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// Posted by :carlos daniel
// On :miércoles, 15 de junio de 2016
Comenzó
su carrera artística participando en diversos festivales y concursos radiales
de canto, apoyada en secreto por su abuelo paterno, quien creyó siempre en su
talento y fue su primer admirador. A los 15 años de edad (1959), con aprobación
de sus padres, participó en el espacio televisivo, hoy desaparecido, Primer
aplauso que emitía el ente público Televisión Española. El tema que escogió era
la canción tradicional «La sombra vendo». Cerca de la estación televisora, Luis
Sanz, un cazatalentos madrileño, quien veía el programa, quedó impactado por su
talento y personalidad. Tanto fue así, que Sanz se puso en contacto con la
realización del programa para pedir el nombre y la dirección de la joven
concursante. La conversación entre Luis Sanz, quien era ya representante de
varios artistas españoles famosos, y sus padres, fue decisiva en su futuro. Por
primera vez en su vida, la futura estrella habló de sus aspiraciones artísticas
y de sus deseos de ponerse en manos de Luis Sanz, quien quería lanzarla al
estrellato.
Los
padres de María de Los Ángeles estaban indecisos sobre qué debían hacer. Al
cabo de una semana, dieron su aprobación al empresario. Aunque la futura
artista insistía, sus padres temían el fracaso de su hija. Esto, desde luego,
no ocurrió. Sanz decidió que la muchacha fuera puesta al cuidado de profesores
particulares para terminar sus estudios de secundaria e iniciar los de canto,
baile y actuación. Todo ello ocurrió, cuidando de que la futura Rocío Dúrcal,
no perdiera su personalidad, que había encantado al empresario. Al mismo tiempo
que le revela los secretos de la profesión artística, Sanz la pone en contacto
en diversos eventos sociales con los artistas famosos de su época.
Posteriormente se hizo muy amiga de su contemporánea, Rocío Jurado y de Raphael
a quien conocía, pues en esa época vivían en el mismo barrio y a veces
coincidían en concursos de radio.
Como
su nombre era poco adecuado para lanzarla al estrellato, Sanz ideó llamarla
Rocío. En una entrevista televisada antes de su muerte Rocío contó que ese
sobrenombre se lo puso su abuelo pues le recordaba el rocío matutino. Así, Sanz
debe haber recogido el sobrenombre de aquella costumbre familiar. Pero,
pensando que le haría falta un «apellido», él y la joven buscaron un mapa de
España en el que ella señaló al azar la población de Dúrcal, en la provincia de
Granada. Había nacido el sobrenombre con el cual logró su paso a la posteridad.
Más tarde, fue declarada Hija Adoptiva de esta población y fue bautizada una
calle en su honor